El poder de bendecir.

Introducción. 

Bendecir, una Voz olvidada que aún puede crear mundos.

Desde el principio de los tiempos, el ser humano ha tenido la capacidad de transformar lo que lo rodea. No con la fuerza de sus manos, ni con el filo de sus armas, sino con la energía vibrante de su conciencia, manifestada a través de la palabra. Esta capacidad, que los antiguos sabios conocían, y los profetas ejercían con humildad y poder, es la que hoy quiero devolverte, el Arte Sagrado de bendecir.

Bendecir no es decir palabras bonitas. No es un gesto decorativo que se hace al final de una carta o antes de dormir. Bendecir es una acción espiritual consciente por la cual afirmas la Presencia de Dios donde los sentidos no lo ven. Es proclamar la perfección allí donde otros solo perciben caos. Es hablar como quien sabe que su palabra no es un sonido, sino una semilla creadora. Hemos olvidado este poder. Lo hemos sustituido por la crítica, por la queja, por la costumbre de maldecir sin darnos cuenta.

Cada vez que hablamos mal de alguien, aunque sea con razón, estamos sembrando sombra. Cada vez que describimos con insistencia lo que no queremos, estamos alimentando su forma. Cada vez que repetimos que algo es imposible, es difícil, nunca cambiará, estamos firmando decretos espirituales que luego nos atan. Y sin embargo, dentro de ti, sí, dentro de ti, ahora mismo, vive una Voz que puede revertir todo eso. Una Voz que puede bendecir tu salud, tus relaciones, tu economía, tu historia, tu presente y hasta tu futuro.Esa voz no es una metáfora. Es el Cristo en ti, que espera tu consentimiento para obrar. 

¿Sabías que no hay nada, absolutamente nada en tu vida, que no pueda ser transformado si lo bendices de verdad? 

Bendice tu cuerpo y comenzará a sanarse. Bendice a tu enemigo y dejará de tener poder sobre ti. Bendice tu trabajo y se abrirán caminos donde antes no los veías. Bendice tu casa y se volverá un lugar de paz. Bendice tu pasado y sus cadenas se romperán. Bendice tus finanzas y el flujo se restablecerá. Bendice el día antes de salir y te obedecerá. Pero debes comprenderlo bien, no es la palabra en sí la que obra el milagro. Es la Conciencia detrás de la palabra.

Si bendices con miedo, no estás bendiciendo. Si bendices dudando, no estás activando la Ley. Bendecir es decretar con autoridad. Es asumir tu papel de Hijo de Dios y hablar como quien sabe que su Voz tiene peso en el universo. Por eso este libro no es un compendio de fórmulas mágicas, ni una sucesión de frases motivadoras. Este libro es un despertar espiritual. Es un entrenamiento profundo para que aprendas, recuerdes y apliques el poder de bendecir con claridad, con pureza y con fe.

Cada capítulo será un paso. No hacia un estado artificial de positividad, sino hacia una Conciencia verdadera, transformadora, creadora. Porque cuando bendices, estás recordando. Y cuando recuerdas Quién Eres, todo lo demás se reordena. 

Este libro te invita a dejar de describir tu vida y a comenzar a decretarla. A dejar de repetir lo que ves y empezar a proclamar lo que es en el Espíritu. A dejar de maldecir con lamentos y comenzar a gobernar con la palabra. No importa qué haya ocurrido antes. No importa lo que parezca imposible. Todo puede cambiar si tú bendices. 

Lee este libro con el alma abierta. No para aprender, sino para recordar. Y al final, descubrirás que no se trataba de transformar el mundo, sino de revelar el Mundo Nuevo que ya estaba esperando en tu Conciencia. Todo lo que tocas puede sanar.

Basado en las enseñanzas de Emmet Fox.

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